lunes, 10 de diciembre de 2012

Vivir en Lima


Después de un paréntesis más largo de lo que me hubiera gustado, me ha animado a escribir un post sobre cómo es en general la vida en Perú y más concretamente en Lima. Me lo han preguntado varios lectores y efectivamente es un tema importante para que os hagáis a la idea de cómo se vive aquí y lo que os podéis encontrar. Esta cuestión la iré desarrollando en adelante pero en este post, a modo de aperitivo, encontraréis 5 razones que me gustan de vivir aquí y 5 que no.

Vayamos primero con lo positivo, qué me gusta:

Gastronomía: la comida peruana es una referencia a nivel mundial. La relación calidad-precio también la considero excelente porque se puede comer fenomenal en muchísimos sitios y a precios razonables. Además, aquí la atención en los restaurantes en general es excelente.

Libertad comercial: según observo, hay mucha libertad en cuanto al comercio. Nombraré varios ejemplos: (i) las farmacias están liberalizadas y encima muchas abren 24 horas, (ii) los supermercados abren los domingos y festivos, (ii) los bancos abren de lunes a sábado (de lunes a viernes hasta las 6 pm), (iv) encuentras muchas tiendas abiertas en días festivos. No voy a entrar en la clásica discusión sobre si esto es peor para el pequeño comercio. Lo que está claro es que para el consumidor es una gozada poder ir a comprar prácticamente cuando quieras.

Ambiente económico-laboral: la economía de Perú se encuentra en un ciclo de crecimiento lo cual repercute en que el ambiente laboral/empresarial sea muy optimista. En los trabajos, los empleados promocionan, hay subidas de sueldo, las empresas reparten beneficios, etc. Es un ambiente que en general yo no veía en España desde 2008.

Conciertos: este punto es muy personal, pero he de decir que me gusta mucho la oferta de conciertos. Hay para muchos públicos: por ejemplo viejas glorias como Julio Iglesias, Raphael, Perales, El Puma, Pimpinela; otros músicos más actuales como Marc Anthony, Chayanne, Lady Gaga, Norah Jones.  Lo último que os puedo contar es que la semana pasada fui al concierto de Joaquín Sabina y Serrat y el año que viene toca uno de mis grupos favoritos (The Killers).

Cines en V.O.: desconozco si todos, pero sí la inmensa mayoría de cines son en V.O. Para un amante del cine como yo, que no me gusta ver películas dobladas, es estupendo. Por el contrario en TV sí he visto que dan películas dobladas.

Pero como no todo puede ser bueno, aquí va lo que no me gusta:

Clima: en Lima, salvo en las zonas que están a las afueras como La Molina, el clima es casi siempre nublado. La buena noticia es que las temperaturas no son muy frías, pero el clima permanentemente nublado le da un aire un tanto triste a la ciudad. Ahora empieza el verano y saldrá más el sol, lo cual agradeceré enormemente.

Transporte / tráfico: el tráfico es increíblemente caótico. Se conduce de una forma muy incívica, en el sentido de que los coches pitan continuamente o no paran en los pasos de cebra cuando están pasando peatones. Ello provoca que la ciudad en general sea muy ruidosa. La infraestructura y transporte público son muy deficientes, salvo el metropolitano y el tren eléctrico. Los buses urbanos (más conocidos como “combis”), son viejos, destartalados, suelen ir llenos a reventar, están sucios y no cumplen las más mínimas normas de seguridad. Por ejemplo van demasiado rápido, compiten para subir a viajeros, en ocasiones van con la puerta de entrada abierta, etc.

 Inseguridad: en términos generales Lima no me parece una ciudad insegura, aunque depende muchísimo del distrito. De hecho mi percepción se basa en las zonas por las que me suelo mover. Según las encuestas, la inseguridad aparece continuamente entre las mayores preocupaciones de la gente. Hay zonas a las que no se debe ir y es conveniente andar siempre con mucho ojo. Por ejemplo oyes a gente contar que iba mirando el teléfono en el taxi e intentaron robárselo metiendo las manos por la ventana. Ciertas precauciones como llamar a taxis seguros para desplazarse en la noche, no están de más.

Desigualdad: aunque las cifras de crecimiento son espectaculares, eso no debe enmascarar la realidad de un país que tiene un gran porcentaje de sus habitantes viviendo en la pobreza. En la misma Lima, es increíble desplazarse de un distrito a otro, a veces colindantes, y observar las tremendas diferencias que existen.

Impuntualidad / informalidad: el concepto de puntualidad aquí no está muy valorado. Es bastante frecuente llamar a taxis y que lleguen tarde. A mí me pasa la mayoría de las veces. El truco es citarlo media hora antes de lo que en realidad quieres, pero ni aun así aseguras que llegue a la hora. En estos inconvenientes es verdad que influye el caos vehicular, pero también es cierto que ellos mismos te engañan. Por ejemplo, cuando llamas para preguntar si le queda mucho para llegar, te dicen que van a demorar 15 minutos y en realidad es mentira. Estas situaciones también las he vivido pidiendo comida a domicilio

Tened en cuenta que expreso opiniones personales por lo que otras personas pudieran verlo de otra manera. He tratado de resumir para no alargar el post, ya habrá tiempo de extenderse en puntos concretos más adelante.
Espero escribir nuevamente antes de Navidad, si no me es posible, os deseo Felices Fiestas a todos. Un saludo y hasta el próximo post.